DONDE ESTAMOS

DONDE ESTAMOS. Localizados en el PIRINEO a menos de una hora del MAR MEDITERRANEO, concretamente al este del Pirineo Catalán y en la comarca de La Garrotxa que pertenece a la provincia de Girona. Nuestra base está situada en La Vall de Bianya, en un antiguo molino hidráulico al lado del Rio Fluvià a solo cinco minutos de la capital Olot. La Garrotxa limita con las comarcas de El Ripollès, Osona, La Selva, El Gironès, Pla de l’Estany y Alt Empordà así como con Francia. Destacan las zonas montañosas del Collsacabra y el macizo del Puigsacalm, ambos situados al oeste de la comarca. La Garrotxa es una de las comarcas más boscosas de Catalunya. Las vertientes soleadas son ocupadas por encinares. Los robledales predominan en el resto de zonas –en la de Olot puede verse roble carballo– y los hayedos se encuentran en los sectores más húmedos. La principal característica de este territorio, que le hace ideal para la práctica del Enduro, es la diversidad de terrenos: piedra dura, suelta, volcánica, ciénagas, agua, arena, hierba, tierra…. Es prácticamente imposible encontrar en cualquier otra parte, tanta variedad de terrenos con tan pocos kilómetros recorridos.

LA GARROTXA

La Garrotxa es una de las más bellas comarcas de Catalunya. Con capital en la población de Olot y perteneciente a la provincia de Girona, la comarca de La Garrotxa aúna un gran número de atractivos turísticos, particularmente a nivel natural, así como varias pequeñas poblaciones de carácter medieval de enorme interés.

Gran parte de La Garrotxa está dominada por el Parque Natural de la Zona Volcánica que comprende hasta 28 reservas naturales y 20 coladas de lava. El atractivo principal de la comarca es la localización de hasta 40 volcanes. Se trata de la zona de mayor densidad volcánica de la Península Ibérica y de Europa. La Garrotxa ofrece bonitos acantilados basálticos, bellísimas poblaciones medievales y la posibilidad de disfrutar de una sabrosísima gastronomía producto del enorme valor de los productos de la tierra.

LUGARES DE INTERES

LA FAGEDA D’EN JORDÀ.- Es uno de los parajes más populares y queridos por el pueblo catalán. Un enorme y precioso hayedo situado dentro de los límites del Parque Natural de la Zona Volcánica. Uno de sus principales valores que la hace especial, a parte de su belleza, es ser el hayedo que crece a menor altura de toda Europa, pues se localiza a unos 500 metros de altura sobre el nivel del mar cuando lo habitual es que lo hagan a más de mil.

SANTA PAU.- No solo es uno de los pueblos más bonitos de La Garrotxa si no también es uno de los más bellos de toda Catalunya. Se trata de una pequeña población con un centro histórico medieval construido enteramente de piedra.

ACANTILADOS DE CASTELLFOLLIT DE LA ROCA.- Un pueblo situado en lo alto de un risco de naturaleza basáltica. Un bellísimo acantilado formado por columnas basálticas de extraordinaria belleza y estética, producto de la progresiva fractura de la roca durante los procesos de lento enfriamiento de la lava volcánica.

BESALÚ.- El pueblo más bonito de Catalunya. Una población de evidente trazado medieval y que conserva, además, uno de los testigos más importantes de la huella del pueblo judío en la Catalunya de la Edad Media.

El fenomenal puente de piedra es la imagen más icónica de Besalú y el gran monumento de La Garrotxa.

LA VALL D’EN BAS.- Es un municipio de La Garrotxa formado por diversos núcleos poblacionales a cúal más interesante. Els Hostalets d’en Bas, Sant Privat d’en Bas o El Mallol.

GASTRONOMIA

Disfrutar de la gastronomía por estos lares no resulta complicado, a los populares “fesols de Santa Pau” hay que unirle los gustosos embutidos que se elaboran en las distintas poblaciones de la comarca o el queso Garrotxa, uno de los más preciados de Catalunya y al que la comarca ha dado nombre.

Con el nombre de Cocina Volcánica se conoce a una cocina basada en los mejores ingredientes que La Garrotxa es capaz de ofrecer. Ingredientes cultivados en los propios campos de la comarca, embutidos y quesos elaborados artesanalmente o carnes criadas en los pastos de estas latitudes son protagonistas de una cocina de kilómetro cero que hacen de una estancia en esta comarca un auténtico viaje gastronómico.